Thursday, June 25, 2015

LOS SIETE FACTORES CAPITALES DE LA “TORMENTA PERFECTA” - Primera Parte

LOS SIETE FACTORES CAPITALES DE LA “TORMENTA PERFECTA”



En el mundo anglófono el concepto de “la tormenta perfecta” se refiere a una tempestad especialmente devastadora – de la magnitud de un huracán colosal o de un tornado tremendo – que surge de una extraordinaria, impredecible e imparable, interacción de factores meteorológicos adversos. En términos económicos, se emplea esa expresión con respecto a un estado particularmente catastrófico que surge como resultado de la confluencia de causas tanto negativas como impredecibles e imparables.

Hoy en día podemos encontrar otra aplicación del término. Una tormenta perfecta se avecina para el mundo latino a nivel global, una catástrofe que se presenta en la concurrencia crítica de Siete Factores Capitales que describiré a continuación. Al igual que en cualquier gran evento tormentoso los efectos colaterales de esa tormenta perfecta, dada la interdependencia de la Ecología Socioeconómica Global, serán devastadores, pero no solamente para los países latinos, o para los EUA, si no con plena certeza para el mundo entero.

Ante estas condiciones correspondientes a una “tormenta perfecta” que amenaza tener efectos catastróficos para nuestra cultura y civilización, tenemos la opción, por ahora, de rápidamente reconocer la verdad y de transformarnos, de convertirnos en una cultura eficiente, adaptada a las exigencias del ecosistema competitivo en el que hasta ahora hemos encajado como mula, como mano de obra barata, como seres desechables – o de auto-consignarnos y condenarnos a que toda Latinoamérica, todo el pueblo hispano, se convierta o bien en una repetición modernizada de los Morioris (o de los Apache, o de los Yaqui, o de los Aztecas, o de los Palestinos), o en una versión extendida de Ciudad Juárez.



Los EUA y la población nacional e internacional hispana gozan de una relación algo insólita en la historia y actualidad del mundo. Para comenzar, los EUA es la única superpotencia del planeta que comparte 3,200 km de frontera con un país tercermundista – con un país cuyo índice de pobreza es aproximadamente un 45.5%  de la población. Como consecuencia es natural que exista un flujo continuo de inmigración ilegal de mexicanos (y de otros países de Latinoamérica, sobre todo de Centroamérica) huyendo de la desesperación de la pobreza en busca del sueño americano. De hecho, para completar un poco más el panorama socioeconómico y político mexicano, consideremos que el “80% de la población” o bien es “pobre” o está “en riesgo de serlo”:

Según el reporte Medición de la Pobreza presentado ayer por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), el 45.5% de los mexicanos son pobres y 40.7 millones más (es decir 34.7%) son vulnerables y podrían caer en pobreza, ya sea por tener ingresos bajos o por no tener acceso a la educación, salud, vivienda o seguridad social.[i]


Es ampliamente reconocido que históricamente los EUA se han beneficiado económicamente del estado de pobreza de los países latinos, siendo, por ejemplo, la mano de obra barata (e ilegal) mexicana fundamental para la prosperidad de la industria agrícola de estados fronterizos como California y Arizona. Los EUA, adoptando, adaptando y modernizando el modelo histórico de colonización europea, se han beneficiado económicamente tanto de la proximidad de países tercermundistas en su esfera de influencia geopolítica como de “comunidades tercermundistas” – guetos latinos y afroamericanos – dentro de sus propias fronteras.

No obstante, dos fenómenos colosales con respecto a la población latina y latinoamericana han originado un proceso de cambio crítico a la futura estabilidad socioeconómica y política de la última superpotencia del planeta. El primer fenómeno es el cambio demográfico en la sociedad americana misma, donde la población latina, según el censo del 1 de julio del 2013 alcanzó los 54 millones representando un 17% de la población americana, convirtiendo a “las personas de origen hispano en la más grande minoría étnica o racial de la nación”; y de acuerdo a los proyectados índices de aumento poblacional latino, la “población hispana proyectada para los Estados Unidos en el año 2060” será de 128 millones de habitantes y “los hispanos constituirán el 31 por ciento de la población del país para esa fecha.”[ii]

 El segundo fenómeno ya fue aludido anteriormente: el fenómeno de la formación del mercado tremendamente lucrativo de la droga ilícita que ha creado oportunidades económicas anteriormente inimaginables e inalcanzables para las comunidades hispanas – tanto dentro como fuera de los EUA. Anteriormente condenados a una miseria interminable – por un ciclo vicioso de condiciones políticas, socioeconómicas y faltas de capital cultural y de capital cultural competitivo – el mercado internacional de las drogas ilícitas ha creado oportunidades económicas ideales para explotar precisamente las lamentables condiciones decadentes características de la Hispanidad. La confluencia de las condiciones sociales, económicas y políticas en Latinoamérica, junto con el estado de decaimiento de la cultura, ha causado devastaciones siniestras no solamente entre sus propias comunidades, sino entre las comunidades hispanas dentro de la superpotencia americana.

La problemática de la interacción de los “dos fenómenos colosales” es tan trágica como lo es potencialmente explosiva, y las consecuencias previsibles pudieran llegar a ser hasta comparables, cualitativamente (de la naturaleza de la tensión) al menos, a la situación de crisis entre el estado de Israel y la población Palestina y musulmana en general. Cuantitativamente hablando, es decir, en términos de la magnitud de la crisis, el impacto potencial es mucho mayor a la situación entre israelitas y palestinos puesto que las cantidades de personas afectadas es muy superior, la extensión geopolítica impactada sería mucho más extensa, y los recursos de ambos bandos son inmensamente superiores (el gobierno de los EUA y los cárteles del narco). No se puede comparar la capacidad destructiva de los EUA con el de Israel, ni tampoco se pueden comparar los escasos recursos de los palestinos con los recursos – económicos, políticos, sociales – prácticamente inagotables obtenidos del negocio del narcotráfico. El compromiso implacable del gobierno estadounidense a la guerra contra el narco solamente ha servido para afianzar y ahondar la gravedad y la extensión de esta crisis.   





De acuerdo con el planteamiento anterior podemos representar la amenaza hispana a los EUA, y por ende al mundo entero, en términos de Siete Factores Capitales divididos en tres categorías (Factores Internos, Factores Externos, y Factores Internos-Externos) interdependientes e interrelacionadas:


FACTORES CAPITALES INTERNOS A LOS EUA:

1.                Creciente población hispana con bajo capital cultural: El creciente número de hispanos junto con su característico patrón de altísimos índices de criminalidad, bajo rendimiento académico, y alto porcentaje de pobreza, asegura la decadencia socioeconómica de la sociedad americana en cuestión de dos o tres generaciones ofrece oportunidades ilimitadas de reclutamiento para las bandas criminales locales y transnacionales (como los MS-13), y también para los cárteles internacionales del narcotráfico, los cuales, como veremos en mayor detalle más adelante en esta serie, ya llevan años reclutando adolescentes como soldados y sicarios en el lado estadounidense de la frontera.[iii] 

2.                Bajo índice de aculturación entre la población hispana: La población hispana en lo EUA se caracteriza por traer de su país de origen los mismos valores culturales y costumbres (incluyendo el lenguaje, claro) del país que dejaron atrás sin darse cuenta de que esos mismos valores culturales son responsables por las condiciones que los motivaron – u obligaron – a emigrar. La manutención del lenguaje es uno de los mayores obstáculos a la absorción de los valores competitivos – y de la cosmovisión – de la cultura americana, mejor adaptada al Ecosistema Socioeconómico Global que aquella proveniente del Tercer Mundo. Otro obstáculo a la aculturación de la población hispana es el influjo constante de inmigrantes (mucha de ella ilegal) desde el exterior (países latinoamericanos, sobre todo de México). La preservación del lenguaje, junto con el contacto constante de miembros de la cultura del país de origen o recién llegados del mismo, interfiere, según expertos[iv], con la adopción e incorporación entre los hispanos de los valores y principios competitivos y emprendedores propios de la cultura angloamericana. El flujo regular de hispanos desde Latinoamérica asegura que los valores y principios tercermundistas sigan vigentes entre la población de hispanos en los EUA impidiendo que ésta aporte positivamente en la medida similar a otras culturas, como la japonesa, la judía, la alemana, o la china, contribuyendo a asegurar que la comunidad hispana en los EUA represente una buena parte del “Tercer Mundo en el Primero”.


[ii] “Hispanic Americans By the Numbers”, por la “U.S. Census Bureau”, 1 de julio 2013. http://www.infoplease.com/spot/hhmcensus1.html

[iii] Ej.: “Mexican drug cartels recruiting teens, Texas officials say”, por Nick Valencia, CNN, Viernes 14 de octubre, 2011, http://www.cnn.com/2011/10/14/us/texas-mexican-cartels/. Activado por última vez el 31 de octubre, 2014.

[iv] Ej.: “Jews, Confucians, and Protestants. Cultural Capital and the End of Multiculturalism” (2013), Lawrence E. Harrison, Rowman & Littlefield Publishers, Reino Unido.

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